domingo, enero 11, 2015

"Cuando las bodas son sinónimos de locura" - minjae/jaemin - ff.

Título: "Cuando las bodas son sinónimos de locura"
Fandom: DBSK/THSK/TVXQ
Pareja: JaeJoong/ChangMin
FanAutor: MizoRomi
Advertencia: Extremadamente meloso y puede que un poquitín de OoC.

Summary: Si las cosas pasaban era por algo, ¿verdad? 

Disclaimers: Hecho sin fines de lucrar con el material. Todo lo hago por simple diversión.

Cuando las bodas son sinónimos de locura


Su traje estaba pulcramente planchado. No había ni una arruga en él. El negro de la cola de su chaqueta se veía liso; la servilleta blanca que sobresalía del bolsillo a la altura de su pecho, resaltaba. Preguntó a sus cercanos cómo se veía y siempre recibía la misma respuesta: “Te ves bien, ahora, deja los nervios de lado”.


ChangMin sabía que estaba nervioso. Casi no lo aparentaba pero quienes lo conocían sí lo sabían y muy bien. Ese constante golpe en el suelo con su pie derecho era una clara muestra de su situación. El moreno jugaba con los botones de su camisa, esa que estaba bajo su chaqueta negra. De vez en vez se estirada la humita negra que estaba alrededor de su cuello y otras tantas sacudía sus pantalones del mismo color, como si estuviesen sucios. Todos meros actos reflejos por la situación.

Miró su reloj no por vez primera (y tampoco última) en esa media hora. Había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho pero eso, si le preguntaban, no tenía mayor relevancia. Uno de sus amigos se acercó diciéndole que tenía que estar tranquilo, que tal vez hubo en percance en el camino, pero de que la persona que ChangMin estaba esperando iba a llegar, pues lo iba a hacer. Después de todo “Es la fecha más importante de su relación, ¿o no?”.

Pero eso no dejaba más tranquilo al de piel morena. De hecho solo le producía ganas de que todo terminara pronto.

Se cruzó de brazos una vez más, caminando hacia la entrada de la pequeña capilla, después de ver la hora en su reloj de pulsera.

—Vamos, hyung, no se suponía que me tendrías así minutos antes de nuestra boda. 


— ¡Vaaaamos, YooChun! ¡¿Cómo es esto de que el auto no arranca?! —El nombrado reaccionó a taparse un oído, el más cercano a JaeJoong.

El mayor llevaba gritando más de diez minutos y YooChun estaba sintiendo que su cabeza podría explotar solo por escucharlo. Lo entendía, sí. El hombre estaba nervioso, se le notaba a simple vista, porque estaba jugando con el borde de la camisa blanca que, se suponía, debía estar bajo el pantalón del mismo color.

— ¡ChangMin me va a matar, YooChun!

—Corrección: nos va a matar. De todas formas esto es tu culpa. ¿Por qué te querías ir en este cacharro, hyung? Apenas y partió el otro día que lo compraste.

JaeJoong titubeó antes de responder. Su mirada que estaba directa en el suelo daba el indicio de lo que podría ser su respuesta.

—Porque… porque una vez lo vi en una película y quería llegar de la misma forma a mi boda.

El mayor no había terminado de hablar cuando YooChun se dio un golpe en su frente con su propia mano.

—Ni siquiera sé por qué me sorprende… Ya, veamos si funciona esta vez. Si no, anda preparándote para caminar. —JaeJoong asintió, cruzando los dedos de sus manos como si de esa forma hubiese alguna posibilidad para que el auto arrancara. YooChun al verlo no pudo más que sonreír.

Esperaba que esta vez sí hiciera contacto…

Al tercer nuevo intento lo hizo.

Y JaeJoong saltó de felicidad en el puesto y comenzó a decir unas cosas que YooChun no supo descifrar pero que se imaginaba eran gracias a santos que jamás en su vida había escuchado. Su hyung era raro. Y tal vez esa rareza propia era la que estaba logrando que los hechos de la gran boda estuviesen saliendo como no estaban en los planes.

— ¿Y si llamas a ChangMin, hyung? Tal vez así pueda hacer nuestra muerte menos dolorosa… ¡Auch! ¿No te basta con saber el martirio que nos hará pasar tu futuro esposo a lo que lleguemos? No es necesario que tú también me maltrates.

—YooChun, es mejor que te calles, porque estoy dispuesto a llegar sin padrino a mi boda.

El nombrado suspiró y se preguntó ¿por qué, de entre todas las bodas en las que podía ser testigo, tenía que ser de la persona que lo acompañaba? No era que le molestara, de hecho se sentía honrado, pero con todo lo que había pasado los últimos minutos, sentía que su muerte estaba más cerca de lo que alguna vez pensó.

— ¡¿Por quééé?! ¡ChangMinnie, por qué apagaste tu móóóviiil!

Muy, muy cerca.


(Hace poco más de cinco meses.)

—Bien, creo que esto ya está grabando. ¿YooChun, me está enfocando bien? No tiene que salir mal. Estás a cargo allá tras la cámara.

ChangMin la primera vez que vio aquel video no pudo evitar sonreír cuando la cara de su futuro esposo estaba demasiado cerca del lente de la cámara.

—Hyung, está grabando desde que estabas frente a la cámara.

—Vale, vale, entonces ya comienzo. ¿Está bien que comience ahora, YooChun-ah?

—Ya deberías estar diciendo lo que sea que quieras decir, JaeJoong.

—Ya, ya, ahora sí.

JaeJoong en la imagen del video se veía nervioso. Estaba jugando con un anillo que traía puesto; lo colocaba y sacaba mientras una risa se apoderaba de sí. ChangMin no puede evitar pensar que es adorable cuando los nervios son más fuertes que él.

—Bien. ChangMin-ah, esto es para ti. ¿Recuerdas lo que me preguntaste hace una semana atrás? Después de eso tuve que viajar de inmediato y se suponía volvía ayer, pero se me presentaron un montón de cosas que no puedo aplazar. ¿Sabes lo mucho que no me gusta mi trabajo en estos momentos? ¡No me pongas esa expresión, Yoochun! —La risa del nombrado no tardó en dejarse escuchar. JaeJoong hizo lo propio, suspiró y siguió hablando, ya más tranquilo—. ¡Está bien, voy al motivo del video!...YooChun es muy pesado cuando se lo propone —susurró antes de reír—. La cosa es que esta es mi respuesta, ChangMin-ah: ¡Sí! Mil y un veces más, sí. No me preguntes por qué no te respondí en ese instante, porque no tengo respuesta para eso, pero sí te puedo decir que estaba hecho un mar de nervios y si no me iba en ese momento, entraba en una crisis de pánico y eso solo traería malas consecuencias.

El remitente del video la primera vez que vio eso, no podía dejar de pensar que si JaeJoong no hacía una pausa, se ahogaría con su propia saliva. Suspiró con resignación cuando este, de hecho, tosió porque se había trapicado, tanto al punto que tuvo que levantar sus manos para respirar mejor. Yoochun, lejos de ayudarle, solo se había reído; se escuchaba su risa claramente.

—ChangMin-ah, ¿estás seguro de que te quieres casar con él? No digo que sea una mala idea, pero es cuidar a un niño de 29 años.

— ¡Te escucho bien lo que dices, Park YooChun! Si ChangMin llega a cambiar de opinión, vas a tenerme llorando todos los días que te quedan de vida en tu departamento.

— ¿Y por qué tengo que pagar yo esas consecuencias? ChangMin no va a doblegar tan fácil, hyung. Es más factible que tú salgas huyendo antes que él.

ChangMin cada vez que veía ese video, en esa parte, contaba diez segundos; tiempo que demoraba JaeJoong en ponerse de pie para atacar a la persona tras la cámara. Luego se escuchaban unos forcejeos, risas y unas que otras cosas cayendo. La siguiente imagen era JaeJoong ubicándose nuevamente frente a la cámara, peinándose.

—Cómo te estaba diciendo, ChangMin-ah, antes de ser interrumpido, ese día hui, pero no sabía de qué otra forma reaccionar.  Todo… todo había sido tan repentino, más porque hace unos días habíamos hablado de eso y me habías dicho que casarte no estaba en tus planes, entonces… entonces todo eso cuando me lo dijiste, yo realmente no sabía cómo estar, pero te digo, ¿eh?, te digo que estaba muy contento. La rata que está tras la cámara te lo puede reafirmar.

—Es verdad, ChangMin, lo tuve que aguantar una hora completa hablando de que se sentía feliz, pero de que había huido y… bueno, lo que te está contando ahora. Y hyung, ¿podrías dejar de mover tus manos? Me estás poniendo nervioso a mí.

JaeJoong asintió frenéticamente para luego esconder sus manos entre sus piernas. Suspiró bastante fuerte antes de mirar directo a la cámara con una expresión que dejaba entrever que, de hecho como estaba diciendo, estaba bastante contento.

—Tienes que esperar por mí, ChangMin-ah, solo tienes que tenerme paciencia. Pronto, te lo prometo, pronto voy a estar de vuelta, así que se paciente.

Unos movimientos de manos en son de despedida, y la imagen se termina. La cinta corre, pero ya no hay persona a la que mirar en la pantalla. Y ChangMin cada vez que termina de ver el video no puede evitar sonreír como un bobo enamorado, apodo que adoptó cuando dio las buenas nuevas a su familia.


—Necesito ahorcar a alguien… —Si Junsu quiso acercarse a ChangMin para tranquilizarlo, al escucharle hablar de esa forma (más bien murmurar) se arrepintió por completo.

JunSu miró con nerviosismo hacia la entrada de la capilla que se había pedido para la ceremonia. La persona que iba a casar a ChangMin y a JaeJoong estaba sentado hablando con algunos invitados; se veía tranquilo, paciente, pero su mirada constante al reloj solo decía que no tenía mucho tiempo.

El ahora moreno se mordió el labio inferior cuando vio a ChangMin caminar de un lado a otro con un aura nada agradable a su alrededor. De hecho, no había nadie que se acercara a él. Y JunSu tenía las intenciones, pero temía por su integridad física.

—Quiero vivir…Vamos, JaeJoong-hyung, YooChun, ¿qué están haciendo que demoran tanto?

— ¿Has intentado llamarlos al móvil, JunSu-ah? —El nombrado no se sorprendió cuando escuchó la voz de YunHo a su espalda. De hecho dio las gracias internamente (y en un murmuro) de que hubiese llegado para dar esa idea.

—No se me había ocurrido… Solo espero que esté pendiente a él. —Marcar al número de su hyung fue un accionar bastante fácil, lo que le costó fue mantener la paciencia cuando a la tercera marcada volvió a ser enviado al buzón de voz.

— ¿No contesta?

—Nada… ¿YooChun llevó su móvil con él?

—No lo sé, pero intenta llamándolo de todas formas.

JunSu no estaba impaciente, pero temía por todas las personas que, en ese momento, se estaban alejando de ChangMin y lo miraban de forma extraña.

—Hyung… ¿tú crees que ChangMin está pensando que JaeJoong-hyung no va a llegar?

—Ah, JunSu-ah, es muy, muy probable que eso es lo que esté pensando.

— ¿Y si vas a hablar con él?

El silenció se hizo palpable unos segundos, unos en donde JunSu ni intento hizo de volver a marcar a YooChun o a JaeJoong.

—No hay necesidad para eso. —JunSu se extrañó cuando vio que YunHo sonreía. Iba a preguntar por qué, pero la respuesta apreció ante sus ojos, con bocinazos y manos por las ventanas de un automóvil bastante viejo.

Un invitado que era cercano a los novios, pero que JunSu no conocía del todo, gritó un: “¡El atrasado ha llegado, todos adentro, todos adentro!” que hizo que todos se pusieran en movimiento.

JunSu sonrió y dio unos pequeños aplausos en su sitio: la boda iba a dar comienzo.


—Creo que me gustas, hyung.

— ¿Eh?

—Lo que escuchaste. Creo que me gustas más que como un amigo, hyung, y no me siento extraño con eso.

JaeJoong mueve tantas veces su boca sin que salga palabra de ella que ChangMin no puede evitar pensar que se parece a un bebé que está aprendiendo a hablar. El menor de ambos iba a presionar al otro para que hablara, pero no alcanza a hacerlo.

— ¿Por qué? Si estás jugando conmigo, ChangMin, no me gusta…no me gusta que juegues de esta forma.

El menor no puede evitar reír. Sabe que se ve cruel que lo haga, pero no puede evitarlo, porque es curioso que JaeJoong pregunte por qué cuando ha sido él quien se ha empeñado a que eso sucediese.

—No estoy jugando, hyung. ¿En serio me crees tan cruel para hacerlo?

JaeJoong niega con su cabeza tantas veces que ChangMin imagina que sentirá dolor luego.

— ¿Por qué ahora? ¿Por qué no antes cuándo te dije lo que sentía?

Ah, ChangMin estaba esperando esa pregunta y no sabía bien cómo llegar a responderla.

—Creo fue ahora que ha llegado a mi mente el hecho de que algún día alguien tendrá que hacerse cargo de ti, así como siempre lo has hecho tú con los demás. Y me descubrí pensando que yo quería ser esa persona y no que otra ocupara aquel lugar.

JaeJoong sabía que ChangMin siempre estaba calmado y, de hecho, era una de las cosas que le gustaba de él, pero en ese momento, cuando le decía todo eso, no sabía si podía sentirse tranquilo o no con sus palabras.

— ¿Y estás seguro? ChangMin, mi cuerpo no es el de una mujer, soy distinto. Mis manos no son suaves, soy… Tengo el mismo cuerpo que tú y sé que lo sabes bien.

Si las cosas seguían así, ChangMin al final del día se iba a sentir la persona más vil del planeta porque se estaba riendo más de lo que debería por la situación.

—JaeJoong, si no estuviera seguro de esto, en primer lugar ni siquiera lo hubiese mencionado. Sé que eres un hombre, sé lo que conllevaría tener una relación contigo y estoy dispuesto a ello.

El mayor inhaló profundo y frotó sus ojos con sus manos empuñadas. Bien, le picaban y todo era culpa de ChangMin, de eso no cabía la menor duda.

—También sé lo que produce en la sociedad una relación entre hombres, pero no me importa. Yo quiero ser esa persona que te cuide de ahora en adelante, hyung, y créeme cuando te digo que lo haré con o sin tu permiso.

— ¿Y eso qué se supone que significa?

JaeJoong alterado por palabras malinterpretadas siempre era una buena señal. ChangMin se sintió tanto o más confiado que cuando se decidía a comprar una caja de piezas de lego.

—Que voy a pertenecer a tu, Kim JaeJoong, te guste eso o no.

Las palabras sobraron luego de eso.
Un beso efímero fue el inicio de una nueva etapa juntos.

Jaejoong se había pegado tanto a ChangMin que desde ese momento el último lo nombró su chape y no se había equivocado, porque desde ese instante Jaejoong no se volvió a despegar del más alto. No lo veía como una posibilidad porque, estar de esa manera, era algo que había deseado hace mucho, mucho, mucho tiempo y no iba a desperdiciar ningún segundo de hacerse a su nuevo derecho sobre el menor.



Cuando YunHo vio llegar a JaeJoong junto a YooChun, supo de inmediato que la boda no iba a comenzar al instante, porque los pasos de ChangMin fueron tan largos que nada se demoró en llegar al lugar en que se había estacionado el auto.

YunHo no escuchó el regaño, pero si Jaejoong tenía su cabeza baja y de vez en cuando hacía el intento por abrazar a ChangMin y este le hacía el quite, entonces eso quería decir que era una reprimenda bastante grande.

Sin embargo, a pesar de eso, para YunHo no fue una sorpresa que pasados unos segundos de silencio, en donde YooChun ingresó a la capilla y los novios se quedaron mirando, ChangMin abrazara por el cuello a JaeJoong y le besara la frente. El último no tardó en enredar sus brazos alrededor de la cintura del más alto. YunHo supo en ese momento que las cosas ya estaban marchando bien.

Los novios ingresaron juntos a la capilla y los aplausos y algunas bromas no se hicieron esperar. En ese momento ya era una anécdota, pero nadie minutos antes pensaba lo mismo, no cuando el novio más alto se vía tan enojado y nervioso.

Cuando llegaron al pequeño altar, YunHo se ubicó al lado de ChangMin, frente a YooChun. JunSu no estaba porque había dicho que él se encargaría de las fotos, porque quería hasta el más mínimo movimiento conmemorado. Nadie se pudo negar a ello.

La persona que los iba a casar dijo las palabras que llevaron al comienzo de la ceremonia. Junto a ellas, el flash de la cámara. YunHo no sabía dónde estaba JunSu, pero estaba seguro de que era el responsable de ello.

YunHo se sentía bien, porque a pesar de los nervios de todos, a pesar del aura oscura del novio menor, a pesar de la sonrisa nerviosa que estaba posada en el novio más bajo, sabía que todo iba a salir bien. Porque, también, estaba seguro de que nadie se atrevería a interrumpir un monto tan importante y significativo.


Hyung,
por favor recuerda que tienes que tener los votos de la boda. En realidad, sé que los tienes, pero te lo escribo aquí para que los practiques. El otro día te escuché ensayándolos sin querer y estabas muy nervioso, se te enredaban las palabras… Solo quiero que no estés así ese día.
Como sea,
Te amo.

ChangMin


ChangMinnnie,
¿Tú sabes que este hyung particular te ama?
Bueno, como ya lo sabes, no creo que sea necesario decirte que mis votos van a cambiar, así que espera al día de la boda para saber cuáles son.
Ah, y no te preocupes, sé que no voy a ponerme nervioso (mentira, no creas eso, porque si lo haré).
Te amo.

JaeJoong


—Bueno, últimamente hay muchas parejas que antes de dar por finalizada la ceremonia quieren decir algunas cosas al otro, más bien decir por qué él y no otra persona. Así que… este su espacio, muchachos, pueden comenzar. ¿ChangMin, te importaría?

El menor negó. Carraspeó antes de comenzar a hablar.

—Creo, hyung, que a diferencia tuya, como las mayorías de las veces, seré breve con mis votos, pero quiero que sepas que no por eso son menos importantes, ¿de acuerdo? —JaeJoong entré risas asintió y le hizo señas con las manos para que continuara hablando—. Bien… Si me permites dar mi opinión, nunca imaginé que un momento así llegaría y que si lo hacía iba a ser contigo frente mío. Pero quiero que sepas que a pesar de eso, me siento feliz de estar aquí y que no podría pedir persona más ideal para mí que tú. Te prometo, JaeJoong, que no te dejaré caer por nada; que te cogeré de las manos tanto como pueda, que te mantendré a mi lado tanto como se me tenga permitido. Prometo poner todo de mi parte para no pasar las 24 horas del día discutiendo, aunque no te niego que es algo que se me hace muy divertido —En la capilla, muchos rieron ante ese comentario—. Prometo amarte aun cuando seas la persona más insoportable del mundo y me pongas los nervios como lo has hecho hace unos minutos. Ah, y lo más importante, hyung, prometo cuidar como nadie ha cuidado de tu corazón, porque es mío, ¿no es así?

Jaejoong sabía, porque lo conocía, que no iba a seguir hablando, que le tocaba a él decir todo lo que había estado preparando en los últimos meses. Por eso, antes de ponerse en marcha, suspiró como si de esa forma todos los nervios se fuesen. Y de cierta manera había resultado.

—ChangMin-ah… Bueno, te dije que mis votos no son los mismos que me escuchaste decir y que ahora tal vez se me trabe la lengua y no pueda hablar correctamente, pero… ¡Yah, no te rías, aún no comienzo! — (“Lo siento, lo siento” dijo ChangMin agitando la mano frente a su rostro) —. Yo… te prometo serte completamente fiel y jamás dejarte atrás. Prometo que aceptaré mis errores y que no me pondré a hacer berrinches cada cinco minutos. Prometo que me aferraré a ti como a nunca antes me he aferrado a alguien, que me convertiré en algo más que tu chape personal. Quiero… quiero que sepas que siempre vas a poder contar conmigo, para lo que sea. Que yo no te quiero solo para los momentos buenos, que te quiero a cada instante. A estas alturas no me arrepiento de haberme enamorado de ti, porque no hay forma de sentirme más seguro que a tu lado. Y… sé que estoy hablando demasiado rápido, pero no puedo evitarlo… Perdón… —JaeJoong rió y retiró con sus pulgares las lágrimas que se habían formado alrededor de sus ojos—. Prometo… prometo que me convertiré en tu pilar más fuerte, que se seré tu parada, que no me voy a mover de tu lado, porque nunca he amado como lo hago ahora. Prometo que te cuidaré como la persona más importante que eres para mí, ChangMin-ah, de verdad, te lo prometo.

Si Jaejoong quería seguir hablando se vio completamente interrumpido cuando ChangMin le tomó de las mejillas y le besó en los labios. El menor con sus pulgares acarició las mejillas del más bajo mientras murmuraba cosas que las personas no podían oír. El encargado de la ceremonia no se molestó en interrumpirlos, porque no podía y tampoco quería.

YunHo y YooChun vieron como los novios entrelazaban sus manos y tras besarse repetidas veces, volvían a mirar al frente para terminar la ceremonia. Lo siguiente fue más rápido de lo que se esperaba. JaeJoong puso el anillo de oro en el anular del menor y ChangMin hizo lo propio en el del mayor; acto siguiente, firmaron los papeles que decían que de ese instante en adelante estaban casados.

Tal vez la boda desde el principio no había salido como estaba planeado y el desenlace no se había quedado atrás (mucho menos cuando en el cóctel luego de la ceremonia, el pastel casi había colisionado con el suelo antes siquiera de ser cortado), pero de que las cosas habían salido correctamente, de que ahora ChangMin y JaeJoong estaban felizmente casados, no había duda alguna y eso era lo que realmente importaba: que estaban casados y que nada se había interpuesto en ese camino. 

2 comentarios:

  1. Ah tan lindo! Si yo hubiese estado en el lugar de Shim hubiese estado igual de desesperado al no ver llegar a JJ, pero al final se casaron dándose hermosos votos de amor >.< Gracias por seguir escribiendo!!! ❤

    ResponderEliminar
  2. ¡Es lo más bonito que he leído! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
    En primera instancia, ¡Estoy muy feliz de volver a leerte algo de nuestra hermosa couple! <3333333333333
    Ahora, no sé si debería decirtelo de nuevo, ¡pero has mejorado un montón! En todo, las ideas son claras y agradables, y el comportamiento de JaeJoong y ChangMin es muy muuuuuy lindo, está muy bien. Las palabras que usas y como conectas las ideas y los parrafos, no sé, no sé, me ha gustado mucho y no lo digo solo porque sí.

    Ahora no puedo decir exactamente cual fue mi escena favorita porque la verdad todas me gustaron bastante, pero.... dios, es que los votos de amor de los dos fueron preciosos, el como ChangMin le dijo que le gustaba, lo de que quería cuidar de él. El como JaeJoong hizo el video, ese video y como estaba nervioso y le echaba bronca a Chun.
    Incluso me gustó la aparición de YunHo y JunSu tratando de calmar a ChangMin, re bonito.
    Citaría cada parte, pero lo que dijo ChangMin de querer cuidarlo fue la frase que más amé.

    ¡Ha estado muy bien! Gracias por escribirlo, de verdad Romi.

    ResponderEliminar

Adelante ☺