lunes, diciembre 16, 2013

Cita #3

”Y sin embargo, quisiera platicarte tantas cosas que no acabaría nunca. Quisiera contarte cada sube y baja de mis pensamientos acerca de ti. Quisiera escribirte largas cartas de cuanto me pasa. Ya sea de cuando estoy triste o de cuando estoy contento. Pero no se puede; necesitaría estar cerca de ti, y mirándome en tus ojos para hacerlo. Y de ese modo nunca me haría falta el tiempo"

jueves, diciembre 05, 2013

No te enamores a distancia


"No te enamores si ella está lejos. Parece bonito pero no lo tomes a la ligera. Querrás darle todo pero no podrás tocarla. Soñarás con su tacto, pintarás su sonrisa, pero no disfrutarás de la calidez que transmite; te harán falta los momentos espontáneos en los que te inunde con su cuerpo. Imaginarás sus labios pero no conocerás su intoxicaste frescura; su físico y la pasión que incita será un fantasma que atormente tu vida. Dolerá cuando las palmas de tus manos no puedan tocar sus caderas y acercarla a ti desde los kilómetros que los separan. Perderás las noches imaginando su presencia pero no saldrá del mundo de lo hipotético. Lo decimos en serio. Te volverás miserable, dependiente de una cadena, un cable, una señal, conectado a un teléfono como si fuera un respirador artificial.


miércoles, diciembre 04, 2013

Cita: #2

"Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes"

— Mario Benedetti

Cita: #1

"No te voy a decir que te amo simplemente porque es muy pronto. 
Pero eres el tipo de persona que podría amar toda mi vida como una loca. 

Cambias mis expectativas y le das un giro a mi vida sin siquiera intentarlo. 

No te voy a decir que te amo porque aún no te conozco. 
Porque no sé si planeo emplear esa palabra en un futuro. 
A veces los "te amo" más lindos son los que se dicen con acciones, no con palabras."

lunes, octubre 28, 2013

"A mí..."

"Aférrate en mí con tus uñas gruesas y largas, con tus dedos flacos, con la palma pálida de tu mano. Haz que tus nudillos se vuelvan blancos tanto como tus dientes perfectos, eso que también puedes utilizar para sujetarte a mí. Aráñame en cada intento. Haz que mi sangre fluya por tus manos si es necesario. 

Utiliza todo lo que esté a tu alcance para que no te alejes de mí. Porque ten por seguro que el daño, que la enorme grieta que formarás al irte sin aferrarte a mí, será mucho más dolorosa que todas las heridas que me puedes crear con tu figura. 

Utiliza tus piernas, tus brazos, tus codos, tus hombros. Utiliza cada parte de tu ser. Ata de tu alma a la mía. Haz que tu sangre sea una con la mía. Clávate tan dentro de mí con tu organismo con tal de que luego no puedas escapar de todo él."

domingo, octubre 27, 2013

"No te enamores de una persona curiosa".


«No te enamores de una persona curiosa. Querrá saber quién eres, de dónde vienes, cómo es tu familia. Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas. Vendrá a cenar y hablar con tu madre acerca de cómo su curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles. 

Te pedirá que explotes cuando estás enojado y que llores cuando estás herido. Te preguntará qué significa esa ceja levantada. Querrá saber tu comida favorita, tu color favorito, tu persona favorita. Te preguntará por qué.


sábado, agosto 24, 2013

#02

"Léeme con tu corazón. Pedacito de cielo hermoso, que se mira y no se toca."


''¿Yo podría decir que la amo? Me lo pregunté en mi soledad justo cuando ella se marchó a hacer la rutina de su vida. No me pude responder, debo admitirlo, no quiero etiquetar mis sentimientos hacia ella ni mucho menos espantarla. Y es que las cosas y los sentimientos cuando se dan por hechos se vuelven rutina y se dañan y yo no quiero eso. Prefiero pensar que es mi sueño perfecto en el que no importa si me corresponde o no, solo importa lo que estoy esperando día con día aunque la espera sea larga, no quiero decir que espero que ella me corresponda, quiero decir que la espero a ella día con día, con su sonrisa y su presencia que son todo lo que necesito cada día para sentirme feliz.

Y termino dándome cuenta que es verdad, no la amo, la vivo y eso es mucho mejor.''


Eso simplemente...

viernes, agosto 16, 2013

#01

Love Story - Taylor Swift

I closed my eyes 

And the flash back starts 
I'm standing there 

Somewhere we can be alone 

I'll be waiting 
All that's left to do is run 

They're trying to tell me how to feel 

This love is difficult 
But it's real 
Don't be afraid 
We'll make it out of this mess 
It's a Love Story 
Baby just say Yes 

You never have to be alone 

I love you 

And that's all I really know 



jueves, mayo 09, 2013

Sal con una chica que no lee (Por Charles Warnke)



Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada.

 Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.


Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.

Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.

Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.

Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.

Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.

Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.

No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.

Sal con una chica que lee (Por Rosemary Urquico)



Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca. 


jueves, abril 04, 2013

"Así nada más"


Así nada más



Estaba exhausto, agotado, cansado y unmontón de sinónimos más que se le ocurrían para describir su estado, pero hasta pensarlo era cansino y ya no quería más. Esa pereza que creyó olvidada al entrar a trabajar comenzó a llegar de nuevo sin que alguien la hubiese llamado, alterando un poco su rutina, el estilo de vida que había escogido llevar a cabo en el momento en que escogió qué carrera sacar y por la cual se esforzó.

Su carrera no era muy pesada, según su propio punto de vista: era escritor y si bien no tenía algún esfuerzo físico, pensar mucho en cómo quedarían bien ordenadas las ideas que tenía lo agitaba mucho más que su trote matutino de todos los días antes de sentarse frente al ordenador a escribir o, más bien, ordenar todas las ideas que tenía en mente.

Ese día no había sido la excepción.