"sunshine (24)" - jaemin - ff.

¡Llego con un nuevo reto! Esa tabla tiene 50 palabras y solo tengo dos de ellas completas (otra está en proceso aún, jeje), pero sé que la terminaré, ¿cuándo? Bueh, ese es otro tema(?).

Esta tiene dedicación: a Yari que siempre, siempre me da ánimos para seguir escribiendo, sobre todo cuando me pilla con todos mis ánimos bajos akjdksjff.

Yari, Yari, mi fan (dokis dokis), gracias por todo, todo *-* Yo espero que esto lo disfrutes leyendo, así como yo lo hice al escribirlo.

¡Sin más: a leer!

Título: "Sunshine (Word 24)" / Tabla

Fandom: DBSK/THSK/TVXQ

Pareja: JaeJoong/ChangMin

FanAutor MizoRomi

Summary: ChangMin es un lío, pero ¿cómo culparlo si JaeJoong solo dice las cosas de pronto?

Disclaimers: Echo sin fines de lucrar con el material. Todo lo hago por simple diversión.

Sunshine/Luz (brillo) de sol.

— Mah, mah, ChangMin-ah, ¿me vas a contestar?

Yo había perdido la cuenta de cuántas veces, en tan solo cinco minutos, JaeJoong hyung me había hecho esa misma pregunta; no con los mismos gimoteos, pero sí con ese entusiasmo tan propio de él cada vez que quiere saber sobre algo. Y también había perdido la cuenta de cuántas veces yo le había respondido con un movimiento de cabeza en un claro no. Y es… ¿qué se suponía que debía responderle?

Si tengo que rebobinar hasta donde todo comenzó, llegaría al instante exacto en que nos juntamos en nuestro punto de encuentro (el banco de una plaza), eso hace poco más de media hora atrás. (Hyung quería ir a hacer unas compras y yo, como buen donsaeng, accedí a acompañarlo (claro, después de saber que iba a obtener un paquete de mis galletas preferidas).) Estábamos a punto de ponernos en marcha cuando JaeJoong hyung comenzó con unas de sus historias extrañas que no tienen ni pies ni cabeza; no que no tengan sentido, porque lo tienen, es solo que sobrepasan la normalidad; un poco como él, más bien: muy como él.

En fin.

Estábamos a punto de caminar cuando comenzó con sus historias. Yo solo atiné a escucharle y a contestar a sus pequeñas preguntas (¿Cierto?, ¿Entiendes?, ¿Prosigo?). Hasta ahí no hubo ningún problema, de hecho si pienso mejor la situación no hay ningún problema pero… pero… ¿cómo se supone que uno debe responder a un “¡Y por eso! Y por eso, ChangMin-ah, es que siento que te quiero un montón, y no porque seas mi dongsaeng preferido, no, no, sino porque realmente logras que me sienta a gusto a tu lado y no quiera separarme de ti, ¿qué dices?”? ¡¿Cómo se supone que uno debe responder?!

Sé que a estas alturas estas confesiones repentinas de JaeJoong no deberían sorprenderme, de hecho, si me ven el rostro en estos instantes no hay ni un ápice de sorpresa; es más, mi sonrisa es ladeada, pero no puedo dejar de darle vuelta a lo que ha dicho. ¿Es verdad lo que dice? Es decir… ¿qué hay de verdad en toda esa frase (e historia que ha inventado)?

No puedo hacer más que soltar un suspiro mientras lo miro de reojo. JaeJoong se da cuenta y me sonríe de vuelta, sin embargo es una sonrisa que no llega hasta sus ojos, no es una sonrisa que logra formar el hoyuelo de su mejilla y me siento mal por mi silencio. Pero tengo mi excusa: no sé qué decirle al respecto.

(“¿De qué me sirve un super cerebro en estos minutos?” es algo que no puedo dejar de preguntarme.)

Creo que mi hyung lo nota, lo sé, lo deduzco por el suspiro que ha dejado ir al momento de juntar sus manos. Su gesto se torna serio y sus unidas manos se posan sobre sus rodillas, mismas que están juntas, apretadas, logrando que no haya ningún tipo de espacio entre ellas.

Hace frío. Sin embargo mis mejillas están calientes.

JaeJoong abre y cierra su boca como un verdadero pez fuera del agua. Quiero decirle que deje de hacer eso y que me explique de una vez por todas de qué se trató todo ese monólogo anterior; quiero que me diga qué tan cierto es lo que ha dicho para poder hacer funcionar los engranajes de mi cerebro y estos no fallen en el intento, pero… de mi boca no sale absolutamente nada y me frustro, me frustro conmigo mismo.

Percibo que JaeJoong también pues los nudillos de sus manos están blancos, más de lo normal siendo que ese es su color natural de piel. Quiero tomar sus manos entre las mías, sonreírle abiertamente y que él me corresponda con esas sonrisas que sí llegan a sus ojos; de esas que hacen que el brillo del sol sea algo digno de comparar con ellas.

La verdad, si tengo que ser sincero con él y conmigo (sobre todo con él), tengo que reconocer que no estoy seguro de lo que siento. Sin embargo sí estoy seguro (puedo darlo por firmado) que quiero verlo sonreír.

—Yo… ChangMin… —Se oye nervioso, o tal vez es que lo conozco demasiado para saberlo—. Todo lo que antes dije… no quiero que lo tomes como una broma, porque no lo es, es solo que…

»Verás, sé que si te lo decía así sin más, solo con una frase que dejara ver lo que siento por ti, no me tomarías realmente en serio, además de que me encontraba (me encuentro de hecho), muy nervioso como para decirlo con normalidad… Por eso… Fue por eso que tenía que contarte esa historia tan rara…

Esta vez su pausa fue más prolongada que las veces anteriores. Cuando levanto mi vista hasta su rostro y así ver su expresión, tengo que contener mis ganas de golpearme la cara. JaeJoong se estaba mordiendo su labio inferior; se ve notablemente nervioso y afligido, como si esa explicación le hubiese costado más de lo que realmente quería.

Vuelvo a suspirar esta vez viéndolo directamente. JaeJoong me mira y me sostiene la mirada…

El sol no está brillando como realmente quiero que lo haga, pero sé una forma para lograrlo.

—Sunshine.

— ¿Uh? —Yo en el lugar de mi hyung también estaría desconcertado.

—Sonríe, hyung, quiero que sonrías. —Si me preguntan, no sé por qué estoy diciendo esto.

— ¿Por qué no respondes a lo que he dicho, ChangMin? ¿Por qué no dices algo al respecto? —Enojado no está, pero sí tal vez un poco molesto—. ¡Aceptaré lo que digas! ¡Incluso…! Incluso si me dices que no me acerque más… Yo lo voy a aceptar.

Alguien debería darme el premio a “Adolescente con alto coeficiente intelectual, que no es capaz de ordenar sus sentimientos para expresarlos”. Me lo ganaría con creces, en serio.

—A mí me gusta verte sonreír, hyung, me gusta que me sonrías. ¿Te he dicho lo que representa eso para mí? —Bien, no debe estar entendiendo nada de lo que estoy diciendo—. No te puedo pedir que te alejes de mí, ¿qué hago yo sin mi brillo de sol? Sería un alma en pena por las calles.

Mientras hablo me pongo de pie, estirando mis piernas y brazos. Tengo que ahogar un bostezo con mi antebrazo derecho. JaeJoong me mira con claro gesto de que no entiende nada.

Me acerco hasta donde se encuentra y dejo caer mi frente en su hombro. Él no se ha parado y mi cuerpo en estos momentos no tiene nada que envidiarle a una figura de tetris.

—No te alejes, no te lleves tu sonrisa a otro lugar, no te lleves mi brillo de sol, ¿está claro?

Yo no sé si ha entendido que lo quiero, pero que no sé cómo expresarlo con las palabras correctas o por lo menos con unas que él pueda entender. Sin embargo, ha asentido, me he dado cuenta por el movimiento de su cabeza y por el roce de su cabello en mi costado. Además, puedo ver sus manos y estas no dejan de removerse entre sus piernas.

Quizás este no sea el momento, pero sé, estoy seguro, de que algún día (espero que sea uno más cercano que lejano) podré decirle que lo quiero; podré hacerlo abiertamente y sin metáforas que puedan alejarme de mi cometido.

Aunque, si tengo que volver a reconocer, la sonrisa de JaeJoong hyung si es un brillo de sol personal. Mi brillo de sol que no dejare que se vaya con tanta facilidad.