Magic

"¿Y si me pongo cursi y comienzo a decir que desde hace un tiempo eres de las personas más importantes para mí? Me gusta tomar tu mano y caminar a tu lado mientras juego con tus dedos. Creo que no hay mejor sensación que esa.

¿Si te dijera que me pierdo en tu mirada cada vez que me hablas y que escucho la mitad de lo que me dices? Tal vez pensarías que estoy loco y que algo va mal conmigo, porque soy de las personas que siempre toma en cuenta a los demás.

¿Y si te confieso que me encanta sentir la calidez de tu mejilla en mi hombro cubierto por las ropas de invierno, qué me dirías? Lo sé, soy un loco, pero ¿y qué tiene? Me puedo estar muriendo en mi propia locura y poco y nada me va importar. Después de todo soy así, ¿recuerdas? No me importa lo demás mientras te pueda tener cerca de mí y a salvo.

Si tengo un propósito, creo que ha sido éste desde el principio. Y, pues si es así, lo aprovecharé al máximo antes de que las fuerzas me abandonen y me alejen de ti definitivamente y ya no tenga una tercera oportunidad.

Dicen que las oportunidades llegan por algo, creo que es por eso que me encuentro a tu lado cinco días de la semana, cuando en realidad me gustaría pasarla completa junto a ti, sin perderte de vista ni siquiera un segundo. Pero no siempre es como uno quiere.

Me basta con verte caminar hacia mí cada vez que espero fuera de tu casa, en la acera. Una bufanda rodea tu cuello por el frío, y no sólo tu cuello, también tu boca y parte de tu nariz. Logro ver tu puente que para mí no puede ser más perfecto. Logro ver como tus pómulos se alzan en algo que es obvio, en una sonrisa que ocultas por una razón que aún no logro descubrir. Un pequeño misterio que se ha convertido en mi meta. Tus pestañean revolotean como pájaro en primavera, como colibrí de flor en flor y no puede haber algo más encantador que eso.

Yo te sonrío cuando te veo y tu mirada es desviada bajo el hueco de la bufanda que queda entre tu piel y ella. Qué desperdicio. Tengo envidia, envidia sana como escuché en una oportunidad… Mentira, eso no existe, ¿recuerdas que me lo dijiste? Yo jamás lo olvidaré.

A veces, siento que somos hojas llenas de historias, cada uno de nosotros, cada uno que tiene la oportunidad de abrir los ojos y decir estoy vivo. O quizá demostrarlo con algún gesto, o incluso sonriendo cuando sólo se ve oscuridad. ¿Tú qué crees?

Me gusta ver como tu cabello queda enganchado en esos aretes que usas día por medio. Como el mismo cabello es aplastado por esos gorros que tanto te gusta usar, como choca en mi cara cada vez que lo llevas suelto y el viento está en nuestra contra y tú no llevas gorro alguno que lo pueda mantener en su lugar.

Río cada vez que dices que tu cabello es salvaje y yo no puedo estar más de acuerdo. “Tu cabello es libre” te digo. Escucho tu risa y ya deja de tener importancia o relevancia alguna para mí.

Podría decir que estoy enamorado, pero creo que aún es pronto. Y, sin embargo, siento que no hay mejor palabra que describa mi estado cada vez que estoy a tu lado escuchando a medias lo que me dices mientras caminamos con nuestras manos entrelazadas por el parque, observando las hojas caer de los árboles en una clara señal de que el Otoño está haciendo acto de presencia ante nuestros ojos."